Historia de quimica industrial
corrían los últimos días de la segunda década del Siglo XX. Se producían en el mundo
cambios y modificaciones estructurales derivados de la cruenta y pavorosa Primera Guerra
Mundial.

Nuestro país había vivido, aunque no participado directamente, los avatares de ese fragoroso y
cruento enfrentamiento.
Por ese entonces, nuestra Universidad no podía dejar de acusar el impacto de los nuevos tiempos.
Una estructura elitista imperaba en sus claustros e impedía el libre acceso de una juventud que
pugnaba en la búsqueda de nuevos horizontes.
Fue en Córdoba, en el año 1918, donde surgió el movimiento revolucionario conocido como
REFORMA UNIVERSITARIA, que se extendió con rapidez por todas las universidades argentinas y
latinoamericanas.
Este movimiento pregonaba principios como la libertad de cátedra, la gratuidad de la enseñanza, el
concurso para la provisión de cargos docentes y una democrática interrelación entre profesores,
alumnos y egresados a través de un gobierno tripartito, en contraposición a la estructura elitista y
tiránica que gobernaba la universidad de aquella época.
Fue precisamente en ese clima generado por el este movimiento reformista en que se propició el
surgimiento de nuestra carrera profesional.
El Trabajo de la Quimica Industrial y sus hallazgos mas inportantes
En efecto, el entonces consejero por la Escuela de Farmacia de la Facultad de Ciencias Médicas
de la Universidad de Buenos Aires, Dr. JUAN ANTONIO SANCHEZ (Farmacéutico, Dr. en Química
y Profesor de Química Analítica de Medicamentos) presenta el día 3 de Noviembre de 1919 su
proyecto de Plan de Estudios para la creación de la Carrera del DOCTORADO EN BIOQUIMICA Y
FARMACIA, como un perfeccionamiento de la carrera de Farmacia. Este proyecto tuvo el
acompañamiento de otro Consejero y distinguido académico y profesor, el médico Dr. Osvaldo
Loudet.
Hasta entonces, los farmacéuticos podían cursar un posgrado para el Doctorado en Farmacia que
se dictaba en dos facultades: la de Ciencias Médicas y la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Lo verdaderamente novedoso de la propuesta de Sánchez, es la propuesta de una carrera
íntegramente cursada en la Facultad de Ciencias Médicas, que estableciera la estrecha correlación entre los estudios médicos, fisiológicos y químicos biológicos
cambios y modificaciones estructurales derivados de la cruenta y pavorosa Primera Guerra
Mundial.

Nuestro país había vivido, aunque no participado directamente, los avatares de ese fragoroso y
cruento enfrentamiento.
Por ese entonces, nuestra Universidad no podía dejar de acusar el impacto de los nuevos tiempos.
Una estructura elitista imperaba en sus claustros e impedía el libre acceso de una juventud que
pugnaba en la búsqueda de nuevos horizontes.
Fue en Córdoba, en el año 1918, donde surgió el movimiento revolucionario conocido como
REFORMA UNIVERSITARIA, que se extendió con rapidez por todas las universidades argentinas y
latinoamericanas.
Este movimiento pregonaba principios como la libertad de cátedra, la gratuidad de la enseñanza, el
concurso para la provisión de cargos docentes y una democrática interrelación entre profesores,
alumnos y egresados a través de un gobierno tripartito, en contraposición a la estructura elitista y
tiránica que gobernaba la universidad de aquella época.
Fue precisamente en ese clima generado por el este movimiento reformista en que se propició el
surgimiento de nuestra carrera profesional.
El Trabajo de la Quimica Industrial y sus hallazgos mas inportantes
En efecto, el entonces consejero por la Escuela de Farmacia de la Facultad de Ciencias Médicas
de la Universidad de Buenos Aires, Dr. JUAN ANTONIO SANCHEZ (Farmacéutico, Dr. en Química
y Profesor de Química Analítica de Medicamentos) presenta el día 3 de Noviembre de 1919 su
proyecto de Plan de Estudios para la creación de la Carrera del DOCTORADO EN BIOQUIMICA Y
FARMACIA, como un perfeccionamiento de la carrera de Farmacia. Este proyecto tuvo el
acompañamiento de otro Consejero y distinguido académico y profesor, el médico Dr. Osvaldo
Loudet.
Hasta entonces, los farmacéuticos podían cursar un posgrado para el Doctorado en Farmacia que
se dictaba en dos facultades: la de Ciencias Médicas y la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Lo verdaderamente novedoso de la propuesta de Sánchez, es la propuesta de una carrera
íntegramente cursada en la Facultad de Ciencias Médicas, que estableciera la estrecha correlación entre los estudios médicos, fisiológicos y químicos biológicos
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